San Viator 49 – 32 Montessori
Decepción. Es, sin duda, la palabra perfecta para definir el partido del domingo ante San Viator. Un partido que teníamos que ganar, o por lo menos competirlo hasta el final, un partido que controlamos de principio a fin en la primera vuelta y al que llegábamos tras uno de los mejores partidos de la temporada ante Basket Veritas y en el que salvamos el primer “match ball” de la temporada. Pues nada más lejos de la realidad, o quizás nos bajaron a ella, en vez de seguir con esa dinámica que nos llevó a ganar el partido anterior, el partido juntó todas las situaciones para convertirlo en un calvario.
El retraso de dos jugadoras, un corto calentamiento, un equipo que salió en zona desde el primer minuto, árbitros que no pitaban nada de lo que ocurría en la zona, un equipo sin ideas y muy poca intensidad a la hora de atacar y defender y un sinfín de motivos propició que el resultado del primer cuarto fuera un escandaloso, pero merecido 20-5 para el equipo local. Nos tocaba reaccionar e intentar remontar la situación, o por lo menos, la imagen.
Tras un segundo cuarto en el que empatamos tanto en el marcador como en fallos en ataque, el equipo parecía que empezaba a mejorar la situación. La zona se nos seguía resistiendo, pero movíamos más el balón por fuera y la defensa era mucho más intensa.
La segunda parte tuvo dos personas que quisieron participar de manera protagonista en el partido, los árbitros. Pasaron, sin ningún tipo de sentido, de no pitar absolutamente nada y pitar todo contacto que hubo en el partido, desquiciando a todas jugadoras y no dejando jugar prácticamente treinta segundos seguidos. 22 de las 34 faltas totales de Montessori fueron en la segunda parte con dos expulsadas y cinco jugadoras con 4 faltas. Así era imposible jugar y más cuando nuestra reacción pasaba por subir la intensidad en defensa.
Aun así, lo anteriormente contado no es excusa para el partido que hicimos en el que nadie se salvó, incluyendo al que aquí escribe. Otro partido en el que la falta de intensidad desde el principio nos puso una losa que no fuimos capaces de levantar en todo el partido. Habrá que lavar la imagen dada en el siguiente partido en casa contra Virgen de Atocha, un partido nada fácil pero que apetece mucho jugarlo.
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